Foto | Archivo | LA PATRIA | La práctica regular de ejercicio contribuye a la salud general tanto de mujeres, como de hombres. En ellas, la actividad aporta en múltiples procesos hormonales, cruciales para evitar el sobrepeso y la obesidad.
Marzo trae consigo fechas que no pueden pasar desapercibidas, pues tienen que ver con la salud. Por ejemplo, el 4 se celebró el Día Mundial de la Obesidad y las entidades publican recomendaciones con el propósito de afrontar este mal.
El 8 de marzo se conmemoró el Día mundial de la Mujer. A ellas, en principio, va dedicado este texto, con pautas para su bienestar. Para llegar a ese punto hay que mantenerse en forma y en eso son fundamentales la alimentación, la actividad física, el buen descanso y el equilibrio mental. Si alguno de estos ejes sale de su curso, los resultados no serán óptimos.
Estos alejan los kilos de más que tanto fastidian, esa grasa acumulada que lleva al sobrepeso y pone de frente a la obesidad, condición crónica para ambos géneros que resulta ser una causa común de muerte en el mundo.
El cálculo de qué tan pesado se está puede detallarse desde lo médico, con la revisión de un profesional de la salud. También con una fórmula que arroja el Índice de Masa Corporal (IMC).
"El IMC es un indicador simple de la relación entre el peso y la talla. Se calcula dividiendo el peso de una persona en kilos por el cuadrado de su talla en metros (kg/m2)", según la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con la experta
Mariam Didy Rendón Ruiz es nutricionista dietista de la Universidad Nacional de Colombia. Ella, que está certificada en psicología y psicopatología de la alimentación, habló para los lectores de LA PATRIA sobre los ejes mencionados:
De la alimentación
"Hay que alimentarse balanceadamente, priorizando alimentos locales, que vengan de la tierra. Se tienen que rechazar los productos de paquete, que suelen tratarse con muchos químicos y estos solo nos dejan toxinas.
Se debe aprovechar que Colombia es bastante diversa, en cuanto a sus cultivos. Eso hay que distribuirlo muy bien, para lograr -de la mejor manera- sus beneficios. Nutrirnos adecuadamente va a mantenernos saludables.
A la hora de las comidas, los platos deben estar constituidos mayoritariamente de vegetales, ojalá la mitad de ellos y provenientes de cultivos sostenibles y amigables con el medioambiente.
También hay que tener una fuente de proteína animal o vegetal, esto último si se es vegetariano. Se debe sumar un carbohidrato complejo, entre los que se contemplan la yuca o la papa.
Una opción favorable, en cuanto a las bebidas son las aromáticas. Hay que evitar los jugos, los azúcares, la aguapanela, el café con azúcar, los lácteos y sus derivados. No debe faltar el agua. No tenemos que tener sed para tomar agua. Se deben beber, al menos, 2 litros de agua al día.
El cuerpo, mayoritariamente, está constituido por agua. Este se encuentra bien, cuando tenemos la cantidad adecuada de este líquido. El agua que bebemos debe estar filtrada; y puede ser combinada con agua de mar, que nos aporta electrolitos. Eso sirve para que funcione bien nuestro sistema renal, el páncreas, el hígado, etc.
Se tienen que incluir alimentos, fuentes de grasas buenas. Están los aceites de coco, aguacate, oliva, chía y linaza. Consumir el mismo aguacate es muy positivo. Los frutos secos también pueden aportar.
Los horarios de las comidas son importantes, en eso tiene que ver el ritmo circadiano o reloj biológico. Es que los procesos de digestión se dan mejor en ciertos horarios. El desayuno debe procurarse entre las 6:30 a.m. y las 8:30 a.m.; el almuerzo, entre las 11:30 a.m. y 2:00 p.m.; y la cena antes de las 6:30 p.m. Comer en esos horarios hace que los jugos gástricos, biliares y pancreáticos y las hormonas que actúan en la digestión, hagan mejor su trabajo.
Hay que evitar comer entre esas comidas, es decir, los picoteos en los intermedios. Eso llega a ser un riesgo y un estimulante para el páncreas que, con una costumbre, nos va a generar una resistencia a la insulina y conducirnos, posteriormente, a una diabetes".
Actividad física, con frecuencia
"La actividad física no puede faltar. Caminar, nadar, ir al gimnasio podrían ayudar en este sentido. No tienen que ser deportes de alto impacto. Movernos nos permite secretar endorfinas, que nos van a mejorar el estado de ánimo y a restar el estrés.
Hay que encontrar un equilibrio en ello y tener en cuenta las restricciones de movilidad física que se tengan. De ser así, se debe buscar una asesoría con un fisioterapeuta o profesional que prescriba el ejercicio.
Este ayuda a eliminar los kilos de más, esa grasa acumulada que puede llevarnos a la obesidad. Esta última condición no conviene, porque nos lleva a múltiples enfermedades como la misma diabetes, la hipertensión arterial, la artritis, la artrosis, etc".
Del sueño y del descanso
"El buen descanso es importante. La calidad de sueño nos va a permitir recuperarnos de la manera adecuada. Un organismo que recupera su energía, puede completar sus funciones fisiológicas, sus procesos hormonales, etc, de la mejor manera. Hay que dormir, mínimo, 8 horas.
Si eso está balanceado, vamos a estar bien. Sino vamos a tener agotamiento, ansiedad, depresión, falta de energía, sueño y eso decide también qué vamos a comer y no podemos ingerir cualquier cosa".
Con apoyo profesional
"Las personas tienen que saber gestionar sus emociones para estar en equilibrio consigo mismo, los otros y tener paz mental. En eso es fundamental la meditación, en lo cual es crucial la respiración.
No hay que descartar la ayuda terapéutica, no se debe temer la visita al psicólogo, si es que así corresponde; ni mucho menos un tratamiento, que lleve a estar mejor con el entorno".
En cifras*
- Se conoció que desde 1975, la obesidad casi se ha triplicado en el mundo. En 2016, cerca de mil 900 millones de adultos de 18 o más años tenían sobrepeso, de los cuales, más de 650 millones eran obesos. En ese año, el 39% de las personas adultas de 18 o más años tenían sobrepeso; y el 13% eran obesas.
- La mayoría de la población mundial vive en países donde el sobrepeso y la obesidad se cobran más vidas de personas que la insuficiencia ponderal (bajo peso por la edad).
- En esa vigencia, 41 millones de niños menores de cinco años tenían sobrepeso o eran obesos. Al tiempo había más de 340 millones de niños y adolescentes (de 5 a 19 años) con sobrepeso u obesidad.
Nota: Con información de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Foto | Cortesía | LA PATRIA
Mariam Didy Rendón Ruiz.