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Por una decisión equivocada, hace 23 años, Colombia dejó de producir vacunas, actividad que ahora será rescatada con miras a poder procesar biológicos que ayuden en la lucha contra la pandemia de covid-19. Ya está claro que la empresa VaxThera, perteneciente al Grupo Sura, en alianza con el Gobierno Nacional, se dedicará a investigar y a desarrollar este tipo de sustancias, con las que se pueda contener la actual emergencia sanitaria y enfrentar situaciones similares que puedan venir en el futuro.
Con una inversión de 54 millones de dólares, la nueva planta quedará en el municipio de Rionegro (Antioquia), donde se seguirá trabajando en la producción de otras vacunas que prevengan enfermedades infecciosas emergentes en Latinoamérica, como el dengue, la fiebre amarilla, el chikunguña, el zika y la influenza, entre otros, pero también en empacar otros compuestos elaborados por otros fabricantes que sirvan en el mismo sentido.
Las instalaciones previstas tendrán, además, laboratorios de potencia y toxicidad, centros de almacenamiento y edificios de servicios, y adicionalmente, se integrarán las unidades de producción, el bloque administrativo y la unidad de investigación y desarrollo, con el propósito de producir anualmente 100 millones de vacunas, en un comienzo, pero con la posibilidad de avanzar hacia los 250 millones de estos biológicos. Muchas de estas serían contra la covid-19.
Si se toma en cuenta que en Colombia se avanza en cerca del 80% de sus habitantes con, al menos, una dosis contra la covid-19; por encima del 50% con dos dosis, unos 6 millones de dosis de refuerzo aplicadas, queda todavía mucho para lograr la cobertura general de inmunización. Muy probablemente la posibilidad de elaborar vacunas en Colombia, puede ayudar a un avance más seguro hacia ese objetivo. Sin embargo, más allá de esta decisión, se requiere apoyo a las universidades y centros de investigación para que puedan hacer los estudios in vitro y desarrollar nuevo conocimiento científico que ayude en esta tarea, y no seguir dependiendo totalmente de los avances científicos foráneos.
Se calcula que para junio próximo estarían saliendo los primeros lotes de vacunas envasadas en la nueva planta, con lo que comenzaría el camino de recuperación de la autonomía farmacéutica en cuanto a vacunas, con procedimientos de última generación como el de mRNA (ARN mensajero), con el que se les enseña a las células del organismo a fabricar una proteína que más tarde produce una respuesta inmunitaria frente al virus. Esta es la tecnología usada, por ejemplo, por Pfizer y Moderna.
Este paso es muy importante, así mismo, porque Colombia podría convertirse pronto en exportador de estos biológicos hacia otros países de América Latina. Hay que pasar pronto del envasado a la producción, y consolidar estos procesos en los años venideros. Un asunto adicional en el mismo sentido es que la canadiense Providence empiece a desarrollar en el país pruebas clínicas de vacunas contra distintas variantes de la covid-19.