La Dirección Territorial de Salud de Caldas reveló esta semana que con corte al 12 de diciembre, en el departamento se aplicaron 69.973 dosis desde el primer día de este mes, lo que representa un descenso significativo con respecto a los primeros 12 días de noviembre, cuando se aplicaron cerca de 83 mil vacunas contra la covid-19. El bajón no es porque no haya vacunas, sino porque la gente está dejando de ir a que le apliquen el biológico.
Para los médicos de esa institución es un panorama complejo, ya que se acercan las fechas en las que se tendrán muchos encuentros con familiares y amigos, por las fiestas propias de la Navidad y del Año Nuevo, y en caso específico de Manizales por la Feria anual que regresará este enero con los conciertos, los desfiles y toda clase de eventos que, es muy importante que se hagan, pero que significarán riesgo de contagios.
La preocupación, además, es por la presencia de las nuevas variantes del virus, como la ómicron, que tiene en emergencia a otras regiones del mundo y frente a la cual la efectividad de las vacunas actuales está en entredicho. De hecho, una investigación de la Universidad de Hong Kong halló que los biológicos de Sinovac y Pfizer no sirven para contener esa variante, detectada por primera vez en Sudáfrica pero que ya está diseminada por todo el planeta.
Si tomamos en cuenta que hasta el fin de semana pasado faltaban en Caldas 252 mil ciudadanos para recibir la primera dosis de la vacuna, el peligro de expansión de los contagios no está superado. Esta cifra de personas pendientes de vacunar sale del anuncio del Gobierno Nacional de una nueva meta para llegar al 90% de los colombianos mayores de 3 años.
Así pues, el desafío que se tiene es bastante grande, y preocupa que se note una creciente falta de interés en seguir avanzando rápido en la vacunación, pese a que desde el 14 de diciembre se exige el carné con dos dosis a los mayores de 18 años en lugares de aglomeración, como restaurantes, bares, casinos y todos los eventos que puedan generar concentraciones humanas importantes.
Debemos, entonces, ser muy responsables con la salud individual, pero más que todo con la salud pública y colectiva. Si se van a tener aforos del 100% durante la próxima Feria de Manizales, por ejemplo, se necesita garantizar que todos los participantes de actividades como conciertos y desfiles, entre otros, estén protegidos biológicamente, pero que también conserven los protocolos de bioseguridad como el permanente aseo de manos y uso de tapabocas.
