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Al ritmo que vamos demoraremos 7,9 años para lograr la meta de vacunar 35,2 millones de colombianos contra la covid-19. Este es un dato contundente que necesita la reacción urgente del Gobierno Nacional, porque el Plan de Vacunación no está funcionando. Hay, al parecer, demasiadas trabas administrativas y logísticas que no permiten que todo fluya con la velocidad que se necesita, y nada ganamos con que ya estén disponibles 509 mil vacunas, si en cerca de tres semanas, desde la llegada de las primeras dosis, solo se han aplicado 206 mil 475.

 Al cumplirse el primer año de la presencia de la covid-19 en Colombia, la cifra de muertes por esta causa rodea las 60 mil, lo que debe llevarnos a actuar con más rapidez en el proceso de vacunación, que es el que nos puede llevar a tomar la senda de evitar más fallecimientos y avanzar en la recuperación económica. Si fallamos en esto tendremos grandes problemas para poder levantarnos con la determinación que se necesita. De poco sirven los bombos y platillos porque fuimos el primer país de América Latina en recibir vacunas del sistema Covax si su distribución camina a paso de tortuga.

 Hay demasiada tramitomanía y burocracia gubernamental que ralentiza el proceso. Supuestamente, según el Ministerio de Salud, tenemos la capacidad de aplicar 100.000 vacunas diarias, que es lo mínimo para poder cumplir la meta este año, pero la realidad es que en tres semanas se han aplicado la cantidad correspondiente a 2 días de trabajo a tope; o lo que es lo mismo: en 20 días los vacunados deberían ser ya 2 millones de colombianos. Esta lentitud está documentada por la universidad estadounidense Johns Hopkins, que señala que Estados Unidos, Chile, México, Argentina y Perú están por encima de Colombia en esa materia.

 Ahora bien, la llegada de las vacunas tampoco ha sido eficiente. De las 5 millones 717 mil que tenía proyectadas el Gobierno que llegarían en marzo, solo arribarán 3 millones 461. Sin embargo, hay quienes piensan que de haberse cumplido lo previsto el país estaría más que encartado para poder suministrar el medicamento de manera masiva.

 Al parecer los cruces de datos entre instituciones de salud y de protección social se llevan la mayor parte del tiempo, mientras hay miles de personas esperando ser inoculadas. El transporte de los biológicos tampoco son los más eficientes, y en lugar de hacerlo por vía terrestre en muchos casos, debería usarse más los aviones para ello.  
 
Es triste ver que eso no ha impedido que se den casos de corrupción, como el de los colados en la fila, lo cual todavía está por aclararse y sancionarse. En el caso de Caldas estamos incluso por debajo del promedio, y la relación entre los biológicos asignados y los aplicados nos ubica entre las peores posiciones departamentales, con solo el 30,4%. Es urgente que se revisen, entre otros, los procedimientos que se usan en la distribución de las vacunas y lograr que las EPS entreguen con mayor celeridad las listas de afiliados que deben estar en la primera fase.