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Después de que la Terminal de Transportes de Manizales permaneció por más de tres meses paralizada, debido a la cuarentena obligatoria para contener el avance de la pandemia de covid-19, desde el mes pasado empezó a verse una nueva dinámica, en la que los viajes intermunicipales se reactivan con los protocolos de bioseguridad necesarios para evitar contagios de la enfermedad. Inclusive ya funcionan algunas rutas interdepartamentales, en las que se exige que quien llegue a la ciudad pase 14 días de aislamiento en su lugar de residencia.
Aunque en las épocas normales por allí se movilizaban diariamente cerca de 8 mil pasajeros y hoy apenas lo hacen el 10%, es un buen reinicio que vale la pena destacar. Ojalá se pueda seguir elevando ese porcentaje hasta lograr una mayor viabilidad económica para las empresas y un servicio más eficiente para los usuarios. Eso también ayudaría a que los comerciantes de la Terminal puedan recuperarse de este complicado bache.
Si bien solo pueden hacer uso de este servicio quienes están en las 44 excepciones estipuladas por el Gobierno Nacional, son muchas las personas que pueden usar estos transportes de manera positiva, solo para lo que es realmente necesario. Además, cerca de 19 empresas transportadoras ya están funcionando, lo que implica que el personal de oficinas y conductores mantienen sus empleos, y los propietarios tienen la posibilidad de empezar a recuperar sus finanzas. Con esa actividad, además, se benefician sectores satélites que tienen estrecha relación con el transporte intermunicipal.
Es fundamental cumplir cabalmente con todos los protocolos establecidos para evitar que la pandemia aproveche este flujo de personas para generar nuevos focos del problema. La toma de temperatura en el ingreso y la salida de la Terminal, la higiene de manos y la debida identificación de todos los pasajeros es fundamental para no perder la batalla contra el coronavirus. Solo en la medida en que estos asuntos sean manejados de manera responsable será posible seguir avanzando y pensar en que se puedan flexibilizar más adelante las medidas, y así recuperar de mejor manera la economía.
Hoy está claro que las pérdidas por haber estado cerrada la Terminal durante cerca de 100 días ascienden a unos $12 mil millones para los transportadores y unos $1.400 millones para la Terminal. Ese es dinero irrecuperable, pero a lo que sí se puede aspirar es a que las operaciones actuales sean, al menos, sostenibles, y que lentamente aparezcan de nuevo las utilidades. Lo que no puede pasar es que por descuido haya que volver a cerrar y que se pongan más empleos en riesgo.

Es muy importante que haya sincronía entre el software que se está usando para registrar los datos de quienes usan estos transportes y el seguimiento que se hace desde la Administración Municipal a los casos de covid-19 que aparecen en la ciudad. Eso puede permitir una reacción rápida y llegar pronto a los contactos de las personas contagiadas para construir cercos epidemiológicos muy efectivos, que eviten que la enfermedad se salga de control.