El alcalde de Manizales, Carlos Mario Marín, presentó el miércoles pasado, acompañado por líderes de los gremios productivos de la región, su plan de reactivación económica de la ciudad. El paquete de inversiones previsto alcanza los $643 mil millones, en el que predominan las obras de infraestructura. También se presentó un balance satisfactorio del manejo de la pandemia de covid-19, con una tasa de mortalidad del 4,03 por cada 100 mil habitantes, en niveles bastante razonables.
Precisamente, los positivos resultados en el manejo de la pandemia permiten que se piense en una ambiciosa reactivación económica, tomando en cuenta, de todos modos, que nuestra región se aproxima a pasar por la etapa más crítica de la emergencia sanitaria, debido a que los contagios del coronavirus están en ascenso y es fundamental que, con gran responsabilidad, cada ciudadano asuma su papel de autocuidarse y proteger a las personas de su entorno.
De hecho, tras una etapa muy difícil, en abril, cuando se perdieron cerca de 14 mil empleos en la ciudad, la Andi reporta que al cierre de julio se lograron recuperar 4.512 puestos de trabajo. El propósito ahora no solo debe ser que los 10 mil restantes se recuperen, sino que incluso haya un impulso de tal envergadura que pronto podamos hacer que la tasa de desempleo descienda hasta más abajo de lo que estaba antes de la pandemia. El desafío es avanzar rápido en encender los motores de la economía que estuvieron apagados, sin aflojar en el propósito de cuidar la salud pública.
En ese sentido, nos parece acertado que se piense en reforzar los frentes de la infraestructura, sector que se caracteriza por demandar una buena cantidad de mano de obra. Aunque es difícil, ojalá funcionen las gestiones de búsqueda de recursos para el Sistema Integrado de Transporte de Manizales, que es una necesidad sentida desde hace tiempo. Eso podría ayudar a generar una significativa cantidad de empleos.
Igual ocurre con la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, de la cual sí lamentamos que haya un sobrecosto por $40 mil millones, algo que todavía deberá explicarse mejor. Hay que lograr que la ciudad sea, además, atractiva para que lleguen nuevas inversiones y encontrar todas las formas posibles de dinamizar la creación de puestos de trabajo. Hay que caminar con prisa y sin pausa, pero también sin perder de vista el necesario control a la pandemia.
En la senda de la reactivación económica, hay que destacar lo previsto en el ámbito departamental para ello. El foro realizado el jueves, con la participación de analistas de gran nivel, dejó varias conclusiones que refuerzan la idea de que concretar Aerocafé es una opción fundamental para que Caldas fortalezca su economía, igual que el desarrollo de otros proyectos de infraestructura y de impacto social. En una situación como la que afrontamos, endeudarse para invertir y buscar recuperar lo perdido es una buena opción. Desde luego que hay riesgos, pero solo usar los recursos a la mano o no hacer nada sería un camino totalmente equivocado.
