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Después de muchas dilaciones existe en Manizales, finalmente, el mecanismo de la plusvalía. Con él se busca que los predios favorecidos por la construcción de obras públicas o cambio en el uso de la tierra aporten una contribución que compense ese valor adicional que en este tipo de casos ganan los bienes inmuebles. Es un mecanismo justo que ayuda a que ingresen al erario recursos que pueden servir para alcanzar un mayor y más equitativo desarrollo.
Este instrumento fue aprobado en el más reciente Plan de Ordenamiento Territorial (POT), después de varios intentos fallidos. También hubo retrasos en su reglamentación, y ahora se tiene un nuevo escollo al ser suspendido ante las múltiples quejas de los ciudadanos que califican su cobro como excesivo. Es una discusión muy parecida a la que se da cuando se hace la actualización catastral, que lleva a que los predios suban de precio y con ello también se incremente el impuesto predial. Pese a ser justo, el salto en las tarifas es tal que todo el mundo pone el grito en el cielo. Aquí es la primera vez que se cobra, lo que necesariamente genera resistencia.
Tras el más reciente freno al cobro de plusvalía, al suspender las notificaciones, es fundamental que se haga un análisis profundo acerca de la manera de poder aplicarlo. Tal vez, por la coyuntura que vivimos, no sea pertinente usar la tarifa más alta, del 50% como se hizo, sino comenzar por un nivel moderado, que permita el ingreso al erario de una cantidad de recursos con los que no cuenta el Municipio, pero siendo comprensivos de las dificultades actuales para el bolsillo de la mayoría.
Es importante emprender una gran tarea de explicación pública de lo que se piensa hacer, para que todo el mundo entienda el concepto de plusvalía y la importancia de que ese mecanismo se use. De igual manera, es fundamental que se conozcan los estudios en los que se basa la idea de que serán 340 los predios afectados en la ciudad y la manera en que se establecen las tarifas. A primera vista se ven cobros exagerados, por lo que lo recomendable es una explicación muy detallada del procedimiento y los criterios utilizados para calcular los valores que se pretenden cobrar.
Se necesita claridad y transparencia acerca de las bases técnicas que son tomadas en cuenta para poder sustentar el incremento en el valor de un inmueble. No pueden hacerse cálculos ligeros para algo que impactará el bolsillo de muchos, sino que se requieren análisis serios y profundos que sirvan para explicar muy bien lo decidido. Las notificaciones a los afectados deben ser más explícitas e incluir toda la información que justifique la inclusión de los predios en el gravamen y la metodología de cómo se calculó.

No puede pensarse en que la plusvalía no se aplique, porque incluso es un mandato constitucional, que ya tiene en otras ciudades sus respectivas aplicaciones con excelentes resultados para el acopio de recursos, que se terminan reflejando en obras de desarrollo de beneficio común, pero sí vale la pena cerciorarse de que lo cobrado obedezca a variables claras y sensatas.