Como cada año por esta época Manizales Cómo Vamos presentó ayer su encuesta de percepción de calidad de vida para la capital de Caldas, correspondiente al año pasado, donde se destacan toda clase de aspectos que permiten apreciar cómo los manizaleños nos sentimos con nuestro entorno vital, en temas económicos, sociales, de movilidad, de seguridad y frente a las autoridades locales. De manera similar a los años anteriores, se tiene la idea de que las cosas, en general, van por buen camino, incluso con un incremento de 3 puntos (pasó del 84% al 87%) frente a la percepción del 2018. El orgullo por la ciudad cayó del 97% al 96%, pero se mantiene bastante alto.
A la educación superior también le va bien; la percepción positiva pasó del 88% al 95%, tal vez por efecto de los resultados satisfactorios de nuestras universidades en diferentes mediciones y escalafones ligados a la calidad. El ingreso de Manizales a la Red internacional de la Unesco de Ciudades del Aprendizaje también pudo influir en ello. Este es un renglón que debe cuidarse, pero hay que hacer mayores esfuerzos para mejorar en la educación preescolar, primaria y secundaria, donde hay percepciones positivas, pero también la certeza técnica de que falta bastante aún para la excelencia.
Para la saliente administración del exalcalde Octavio Cardona también hay buenos resultados en esta encuesta, ya que el paso del 32% al 39% en confianza en el alcalde refleja que el mandatario salió en una curva de ascenso, lo cual le permite ser bien recordado por muchos en la ciudad. Ahora bien, las áreas de trabajo en las que más se le reconoció su gestión se relacionan con movilidad vial (66%) y deporte y recreación (55%). Estos resultados, además de la expectativa que hay en la ciudad por lo que será la nueva administración, le plantea desafíos al alcalde Carlos Mario Marín para lograr una buena percepción en la próxima medición.
También hay puntos que requieren mayor atención, debido al retroceso que se observó en algunos resultados. La situación económica es percibida ahora con mayor preocupación. Pasó del 39% al 34% en los hogares que vieron mejorada su economía. Las dificultades para encontrar trabajo y crear empresa siguen siendo altas y el futuro en ese aspecto no es muy halagüeño, y frente al éxito de los emprendimientos en la ciudad hay bastantes reservas.
Los servicios de salud también sufrieron un revés en la encuesta, al percibirse positivamente en un 69%, cuando el año pasado el nivel fue de 75%. Igual ocurrió con la seguridad en los barrios, donde hay un deterioro de 7 puntos, al pasar de 80% en el 2018 a 73% el año pasado; la drogadicción, el atraco callejero y el tráfico de drogas son percibidos como fenómenos ligados a la inseguridad. En el uso del espacio público también se aprecia una caída, del 63% al 57% acerca de la satisfacción con las zonas públicas disponibles.
Los ciudadanos también respondieron en la encuesta acerca de los temas que consideran prioritarios para la agenda de los líderes de la ciudad. El empleo (55%), la seguridad ciudadana (55%), la vivienda (27%), la movilidad y transporte (21%) y la pobreza y vulnerabilidad (21%) deben ser las principales preocupaciones de la administración municipal. Se cuenta, así, con más insumos que pueden ser útiles para el gobierno que comienza y que trabaja en la elaboración de su Plan de Desarrollo. La idea es que le apunte, en sus gestiones, a esos asuntos que más le preocupan a la gente, así como a mejorar los que van bien y corregir aquellos en los que hay equivocaciones.
