Se realizó durante esta semana la edición 19 del Festival Internacional de la Imagen, un evento que comenzó hace 23 años como una aventura incipiente, y que hoy convoca a los más importantes exponentes del arte audiovisual en el mundo. En esta ocasión se tuvieron cerca de 1.600 inscritos de 35 países (cerca del 80% extranjeros), lo que evidencia los alcances e importancia que ha ido ganando este evento a lo largo de los años. El Festival cada vez gana más reconocimiento entre los aficionados y expertos en asuntos del diseño.
En esta ocasión, y a propósito de la realidad que le tocó vivir en este 2020, el Festival se concentró en la acción de participar desde el arte y el diseño, en medio del desafío de la distancia y echando mano de la virtualidad. Unos 85 artistas, conferencistas, talleristas y expositores de 25 países compartieron todo tipo de experiencias de vanguardia en materia de diseño, con lo que se cualifica aún más todo lo que se hace desde Manizales en esta materia. El 70% de las actividades fueron gratuitas, lo que también es prueba de su aporte a la cultura y la educación.
Fueron muy llamativas las opciones que tuvieron los participantes de desplazarse en escenarios 3D, para asistir a exposiciones virtuales con toda clase de propuestas, haciendo uso de software libre e innovador. La experiencia de ingresar a esos lugares en forma de avatar y compartir con los demás visitantes como si realmente estuvieran ahí, resultó ser una muy interesante propuesta de interacción, casi de ciencia ficción, en medio de una pandemia que impide que las personas de varios países puedan encontrarse y compartir en el mundo real. Animaciones digitales que nada tienen que envidiarle a las propuestas más sofisticadas desde lo digital.
En este sentido, hay que resaltar la alta calidad de los desarrollos tecnológicos ejecutados por talento manizaleño, los cuales merecieron el elogio de expertos internacionales que se mostraron sorprendidos por la gran capacidad de quienes estuvieron al frente de la plataforma usada para el desarrollo del evento. Esto evidencia la importancia que han ganado otras instancias que están detrás del Festival, como el programa de Diseño Visual y el Doctorado en Diseño de la Universidad de Caldas, que cada vez logran mayores reconocimientos.
Estas propuestas tecnológicas también permitieron a los asistentes al Festival observar imágenes de nuestra cotidianidad cultural, de la migración venezolana y de algunos episodios dolorosos de nuestra historia, ligados al conflicto armado. Como cada año, esta vez también se destacaron los exitosos Paisajes Sonoros, lo mismo que el mercado de industrias creativas que permitió el intercambio de ideas y desarrollos en diseño entre los participantes de todo el mundo.
Hay que resaltar que, cuando algunos llegaron a pensar que un evento como este podría verse perjudicado por la pandemia de covid-19 que actualmente ataca al mundo, el Festival Internacional de la Imagen de Manizales sale fortalecido, demostrando, además, que desde la virtualidad también es posible generar nuevas realidades con impacto en el mundo real al que estamos acostumbrados.
