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El pasado julio fue el mes más seco en la historia desde que se hacen estas mediciones, de acuerdo con el Programa de Cambio Climático Copérnico de la Unión Europea, que analiza los datos de temperatura de todo el planeta. En Colombia este fenómeno también se sintió, y en Manizales hay evidencias de que la suma de precipitaciones de todo el mes correspondió a un solo aguacero corto. Agosto termina igual, bastante seco y con el complemento de los fuertes vientos que caracterizan esta parte del año. Así las cosas, el terreno está abonado para los incendios forestales que afectan algunos municipios caldenses, como La Dorada, Pensilvania, Pácora y La Merced.
Durante una reunión del Consejo Municipal para la Gestión del Riesgo de La Dorada se decretó el miércoles la alerta amarilla ante la temporada seca y el aumento de los incendios de capa vegetal. Los pobladores de ese municipio del oriente caldense señalan que la temperatura ha oscilado entre los 38 y los 43 grados Celsius, lo cual es coherente con la atención que los organismos de socorro en esa población han hecho de 25 incendios forestales durante este mes. Son temperaturas frente a las cuales deben tenerse especiales cuidados en diversos aspectos.
Preocupa que, como ocurre en la mayor parte de los casos de La Dorada, los incendios reportados en otros municipios del departamento se relacionan con quemas de basuras comenzadas por ciudadanos, a quienes se les salieron de control las llamas, o con colillas de cigarrillos, vidrios o materiales inflamables que algunos de manera irresponsable arrojaron a terrenos con vegetación. Por eso es acertada la prohibición de las llamadas quemas controladas en esa población, como debería serlo por estos días en todo Caldas. El llamado es también para aquellas personas que, sin ningún escrúpulo, arrojan al suelo basuras y sustancias que tienen el potencial de generar fuego que se expande fácilmente con los vientos.
Se necesita una toma de conciencia general acerca de la manera como se producen estos incendios que afectan de manera grave al medioambiente y que, inclusive, ponen en peligro la vida humana. Es fundamental actuar con la debida prevención, evitando cualquier conducta que pueda encender una chispa que se vuelva inmanejable. Además, la invitación es a que la comunidad denuncie los actos irresponsables de quienes de manera voluntaria empiezan los incendios, los vándalos que no piensan en las graves consecuencias de sus actos insensatos. Hay que buscar que puedan ser castigados de acuerdo con las normas del Código Nacional de Policía y Convivencia.

El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) asegura que la temporada seca se extenderá hasta mediados de septiembre, por lo que los riesgos de incendios de capa vegetal son permanentes. De acuerdo con la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), en lo que va del mes y hasta el jueves pasado se habían registrado 199 incendios forestales o de la cobertura vegetal en 103 municipios del país, el 98% de ellos generador por la mano humana. La situación es tan grave en el Tolima, Antioquia, Risaralda, Huila, Nariño, Cauca y Valle del Cauca, por ejemplo, que fue necesario decretar alertas rojas. Ojalá no tengamos que llegar a eso en Caldas, y que por el contrario, en lo que queda de temporada seca disminuyan los incendios en nuestra región.