El Eje Cafetero, con cada departamento a su ritmo, avanza en la tarea de reactivar su economía. Si bien las cifras de contagio de covid-19 en Risaralda están por encima de lo que ocurre en Quindío y Caldas, al compararse las capitales de la región con los principales centros urbanos del país, estamos en mejores condiciones y podríamos avanzar a un ritmo más rápido en reactivación, obviamente sin descuidar las exigencias que en salud pública para mantener contenida la pandemia.
En el foro virtual realizado por LA PATRIA el jueves, en el que participaron los exministros Germán Cardona y Luis Carlos Villegas, y el empresario quindiano Álvaro Arias Young, se concluyó que se necesita un trabajo en equipo en el que se aprovechen condiciones comunes como las del turismo, las obras de infraestructura y la caficultura, que, por fortuna, está pasando por un buen momento de precios, producción y tasa de cambio.
Se consideró urgente que los aeropuertos vuelvan a funcionar, para generar confianza y darle un impulso real al turismo y demás sectores de la economía; Se hizo énfasis en que el sector privado tiene en sus manos ejecutar las tareas necesarias para que el sistema productivo vuelva a funcionar. Ante la realidad de que la economía cayó en 15,7% durante el segundo trimestre, de acuerdo con el DANE, se necesita una reacción significativa en el segundo semestre para recuperar parte de lo perdido y terminar el 2020 en condiciones que permitan un 2021 creciendo con vigor.
El optimismo de Villegas tiene gran sustento, tomando en cuenta su argumento de que en esta ocasión no hay destrucción de infraestructuras que tardarían años en recuperarse, sino que se requiere liquidez para avanzar en recuperar el empleo y la dinámica económica, en general. También tiene lógica su llamado a mantener las ayudas directas a los más vulnerables hasta cuando sea necesario, así sea por vías de la deuda, lo que servirá no solo para que el mercado interno se mueva, sino para que esos sectores de la población sientan que hay un Estado que los acompaña.
Sin embargo, para ello se requiere una mejor sincronía entre el gobierno central y los gobiernos departamentales y municipales, en el sentido de que se les brinde un mayor respaldo en sus decisiones desde lo nacional, y no dejando los riesgos políticos a los territorios, por ejemplo, en la puesta en funcionamiento del transporte aéreo. No puede mantenerse el modelo de que los aplausos sean solo para el centro, mientras que gobernadores y alcaldes cargan el peso de las decisiones más delicadas, que requieren además altas dosis de transparencia, alejadas de escenarios de corrupción como los que, infortunadamente, han acompañado al Quindío en los años recientes.
En el caso específico de Caldas hay que velar porque los $130 mil millones que la Asamblea le autorizó al gobernador Luis Carlos Velásquez, para endeudamiento, sean invertidos con la mayor eficiencia en los proyectos estratégicos de Aerocafé, el Malecón de La Dorada, la Central de Beneficio de Café en Chinchiná, la hidroeléctrica Miel II, las vías terciarias y en vivienda, entre otros, en los cuales la generación de empleo será importante. Si todo se hace en medio de una disciplina social enfocada en el autocuidado y la autorregulación responsable, será posible salir adelante de manera exitosa.
