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Cerca de 35 mil empleos del turismo se han perdido, desde marzo pasado, en el Eje Cafetero. A ese ritmo este sector económico de tanta importancia en la región va a quedar muy debilitado si no se da una pronta reactivación. Muchas empresas han tenido que cerrar definitivamente al no lograr sostenerse y cada día que pasa el riesgo de que otras más hagan lo mismo es mayor. De acuerdo con Anato, ese gremio ha dejado de percibir cerca de $5 billones desde que comenzó la pandemia en el país.
Los empresarios del sector tienen claro que se van a necesitar entre 2 y 3 años para volver a la dinámica que se traía antes del comienzo de la emergencia sanitaria, y poder así recuperarse. Por eso urge avanzar hacia la reapertura pronta, para tener al menos una perspectiva posible de recobrar el vigor y que el turismo rescate la importancia que tuvo para la economía de esta zona del país en la última década. Desde el Gobierno Nacional ya se dio luz verde para avanzar en esa dirección, y solo se requiere que las autoridades locales y regionales brinden la respectiva autorización, la cual debe ir acompañada de las condiciones necesarias de bioseguridad que una actividad como esta exige.
El hecho de que los aeropuertos Matecaña, de Pereira; La Nubia, de Manizales, y El Edén, de Armenia, cuenten ya con la autorización para operar vuelos a los aeropuertos de Medellín y Rionegro (Antioquia), y que muy pronto El Dorado, de Bogotá, también entre en las operaciones habituales, va a permitir que muchas personas de otras regiones nos visiten y pueden disfrutar de nuestros atractivos naturales. Obviamente, para que esa experiencia sea exitosa y se puede seguir avanzando gradualmente hasta tener un sector plenamente reactivado, es fundamental el compromiso de todos con la aplicación cabal de los protocolos de bioseguridad.
Es evidente que tenemos muchísimos lugares en el Eje Cafetero, y específicamente, en Caldas, en los que hoy se puede hacer turismo seguro, sin poner en riesgo la salud. Los avistamientos de aves, por ejemplo, se hacen en campo abierto, sin aglomeraciones, y con la posibilidad de aplicar todas las recomendaciones hechas por el Ministerio de Salud. Lo fundamental es que las aerolíneas, los hoteles, los servicios de transporte y los demás actores de la cadena actúen con responsabilidad, y que cada turista haga lo mismo, para cuidar su salud y la de todas las personas que estén en su entorno.

En ese mismo sentido, tomando en cuenta que es vital la reactivación económica, pero también el estricto cumplimiento de los protocolos de bioseguridad, la región necesita que haya buen entendimiento entre los gobernantes regionales y locales, para que se pueda avanzar, y que ojalá La Nubia empiece a recibir en pocos días los primeros vuelos. Cotelco reportó en abril pasado una ocupación del 0% en Manizales, y en mayo, junio y julio hay apenas una mínima recuperación. Esperamos que agosto sea el punto de quiebre que nos permita empezar a regresar a los niveles de ocupación habituales, y para ello el turismo será pieza vital.