Terminó LA PATRIA de publicar las hojas de vida y las iniciativas de los 114 candidatos a las alcaldías en los 26 municipios de Caldas diferentes de Manizales. Lo primero es que las mujeres como candidatas siguen siendo minoría, 13 en total, y esto, por supuesto, afectará su representación política. Sigue habiendo dificultades para que se les confíe el liderazgo, a pesar de las buenas experiencias que han dejado varias en los gobiernos locales. Los partidos tienen una tarea por hacer para abrir espacios a las líderes y deben, sobre todo, dejar de temer porque no sean votadas. Eso es reafirmar las prevenciones que eternizan prejuicios.
Otro fenómeno de esta campaña es la explosión de candidatos. En casi todos los municipios hay con cuatro, cinco, siete y hasta nueve aspirantes al principal cargo, lo que por un lado muestra diversidad de propuestas, y al tiempo genera preguntas. ¿Fallan las ideologías?, pues muchas de estas candidaturas terminaron como tal por la molestia de facciones de algún grupo. ¿Cualquiera se siente en capacidad de ser el dirigente principal de un movimiento?, esto lleva a los electores a no entender muy bien en qué se diferencian las candidaturas. Qué bueno que los partidos se modernizaran y aglutinaran a su alrededor, con procesos claros de selección de sus candidatos.
El municipio colombiano está enfrentado a una situación económica difícil. La mayoría vive de las transferencias nacionales, tiene sistemas de recaudo de impuestos locales obsoletos y una capacidad de administración baja. En Caldas, por ejemplo, casi todos son de sexta categoría, esto es que sus ingresos no dan para pensar en que puedan sostenerse por sí solos. Sus economías son agropecuarias, principalmente. Por eso, muchos insisten en que su prioridad será trabajar en vías, para acercar veredas y corregimientos, como lo hace la Gobernación, pero sabemos que los recursos escasean y el territorio es grande. Que nos digan de dónde sacarán los dineros para cumplir esas promesas.
Es interesante ver que buena cantidad de candidatos han pasado por la ESAP, se han interesado por conocer lo público. Es justamente el desconocimiento de esto lo que ha llevado a muchos antecesores a problemas legales y hasta a la cárcel. Administrar es un asunto complejo, y si se trata de recursos públicos, lo es el doble. Se necesitan personas preparadas, con conocimiento para confiarles el manejo de los municipios. Siguen sorprendiendo las propuestas en torno a obras que parecen titánicas para sus municipios, pero atractivas para los votantes. Los elefantes blancos deben ser erradicados de nuestro país, y debería privilegiarse el voto con quien tenga sentido de realidad, casi que a cada propuesta le haga el plan de ingresos y gastos, para que los ciudadanos puedan saber que no los están engañando.
El turismo aparece en casi todas las propuestas como el salvador del territorio para el empleo, en localidades en las que la información estadística es precaria. Las mismas que resultarán afectadas por su crecimiento casi inexistente o incluso descenso en el número de habitantes, lo que las pone en riesgo de perder recursos del Estado, luego de que se adopte el censo por ley de la República. Es necesario votar por alcaldes que se comprometan a modernizar el catastro, a no temer a sacar del Sisbén a quienes no lo necesitan, pero claro, esto resulta impopular. Mientras no se haga, muchos municipios seguirán siendo gobernados como feudos por los caciques políticos. Así que después de ver las propuestas, hay que considerar también si son realistas o no, y votar a conciencia, para el bien de sus localidades.
