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Entre las formas de generación de energía amigables con el medioambiente se encuentran, sin duda, las hidroeléctricas. En ellas la energía cinética, la fuerza de gravedad y el agua resultan vitales, sin golpear en forma grave el equilibrio de la naturaleza. A este tipo de generación ha estado ligado el trabajo de la Chec durante sus 75 años. No obstante, hay formas más limpias de generación como la que usan el calor y luz del sol, la fuerza del viento o los vapores que se producen en el centro de la Tierra.
Estas últimas son opciones de las que se viene hablando en Caldas desde hace décadas, pero cuya concreción en la región se veía muy lejana. Hoy la Chec enfoca sus acciones hacia el desarrollo de proyectos con base en esas formas amigables de generación, con lo que se comienza a escribir una nueva historia de la empresa energética que atiende la región.
Los directivos de la Chec tienen muy claro que para el 2030 el 30% de su oferta energética debe provenir de esas energías renovables, en sintonía con el Acuerdo de París, con el que se busca el compromiso global para que el Cambio Climático sea enfrentado con la reducción de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI). Las tendencias mundiales apuntan a tener cada vez más energías limpias e inclusive con el ideal de llegar a contaminación cero en esos procesos.
Si bien en Colombia esta situación no es tan grave, ya que el 71% de la energía se genera en hidroeléctricas, y solo el 29% tiene origen en plantas térmicas, que sí tiene altos efectos contaminantes, el avance en tecnologías limpias debe ser bien valorado. En su línea tradicional, la Chec tiene actualmente en sus manos la construcción de una hidroeléctrica en el río Guacaica, en límites entre Manizales y Neira, para generar 10 megavatios. Hacerlo a filo de agua, como está previsto, es un claro ejemplo de la manera más amigable que existe para generar energía a partir del uso del agua.
Los nuevos planes de la Chec están orientados, de manera específica, a explotar las ventajas de la energía solar y de la energía geotérmica. Todos los estudios y procedimientos legales están bastante adelantados, y solo se necesitan algunos ajustes para echar a rodar los proyectos y empezar a recoger los frutos de la persistencia. La idea es que en geotermia, usando los vapores que se producen en nuestras fuentes volcánicas de la Cordillera Central, haya una generación de 65 megavatios, luego de ejecutar una inversión cercana a los 250 millones de dólares (unos $865 mil millones). Son amplias las posibilidades no solo desde el punto de vista ambiental, sino también desde lo económico, con resultados que en el largo plazo traerían grandes beneficios para la región.

El plan de la energía solar considera construir una granja especial en el oriente del departamento, con la que se podría atender buena parte de la demanda en ese sector de Caldas. En zonas con las características de alrededores de La Dorada, donde el sol intenso está presente la mayor parte de los días del año, la posibilidad de sacarle jugo a este tipo de energía es amplia. El hecho de no tener estaciones por estar en la zona ecuatorial amplía las expectativas sobre los resultados. Hay que aprovechar la buena salud financiera de la empresa para que ejecuten proyectos ambiciosos que apunten a lograr ganancias crecientes para sus socios y, sobre todo, mejores servicios y a mejores precios, ojalá, para los usuarios.