La segunda ola del coronavirus en Europa parece más agresiva que la primera, por lo menos en número de contagios. Las cifras diarias que registran Francia, España, Reino Unido, Italia y Alemania, por ejemplo, son muchísimo más altas que las del primer semestre. El temor de que el otoño llegara con un nuevo pico de casos se cumplió con creces y preocupa que el nuevo brote corresponde a una mutación; lo que hace más compleja la pandemia, o sindemia, que es la convergencia de varias epidemias. Al ritmo que va, en dos semanas habría saturación sanitaria; y se supone que esa es una de las regiones mejor preparadas en el mundo.
Una incidencia acumulada de 1.391 casos por 100.000 habitantes en 14 días, Bélgica es el país europeo más golpeado por la segunda oleada de la covid-19, seguido por la República Checa. Francia entró en cuarentena casi total desde el miércoles; 523 muertes el martes obligaron a la medida. Italia estuvo toda la semana por encima de los 20 mil casos diarios y las personas fallecidas en número superior a 200. En el Reino Unido los muertos marcaron nuevos récords desde mayo, con 367 el martes. En Rusia el mismo día fueron 320, la cifra más alta en ese país desde que comenzó la pandemia.
Las estadísticas también están disparadas en el resto de Europa, el crecimiento es exponencial, lo que ha obligado a nuevas medidas de restricción social, especialmente toques de queda nocturnos, para evitar el colapso de los sistemas de salud. Un bálsamo en medio de la emergencia es que ahora son los jóvenes los más contagiados, lo que podría hacer caer el índice de letalidad. De todos modos, las repercusiones para la economía ya comienzan a sentirse, con el desplome de la mayor parte de las bolsas del continente. El temor es que un cierre demasiado prolongado genere una crisis económica y social de grandes proporciones, que haría mucho más difícil y lejana la recuperación.
Ahora bien, algunos señalan que no es que la segunda ola sea peor que la primera, sino que actualmente se toman muchas más pruebas de detección temprana, lo que necesariamente hace que los registros suban. Eso también significa que los brotes podrían contenerse de manera más eficaz y oportuna, y así lograr que el impacto real sea menor esta vez. Sin embargo, eso todavía está por verse, porque también está pendiente verificar que las medidas restrictivas de movilidad que se están tomando logren su propósito.
Es inquietante la cifra divulgada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) en el sentido de que la última semana fue la peor desde que comenzó la emergencia, con cerca de 3 millones de nuevos contagios en todo el planeta. Las muertes de la última semana fueron 40 mil. El brote tomó una velocidad muy superior esta vez, con epicentro en Europa, pero las cifras siguen altas y con tendencia a crecer en América. En Asia el país en el que la pandemia parece desbordarse es India. Esto debe enseñarnos que no es posible el relajamiento en los cuidados cuando está en juego la vida.
