Fecha Publicación - Hora

El bienestar de los ciudadanos debe estar siempre en primer plano para los gobernantes. No hay prioridad más significativa que la de actuar responsablemente como servidores públicos, en procura de que los programas que benefician a la gente no se vean interrumpidos, pese a que haya una transición en el poder, como ocurrirá a finales de este año, por la llegada de nuevos alcaldes y gobernadores. Los actuales mandatarios ya están en el cierre de sus gestiones y deben preocuparse por hacer una buena entrega de las administraciones a quienes llegan, sin importar afinidades o rivalidades políticas. Para los ciudadanos esos empalmes deben ser totalmente transparentes.

Quienes fueron elegidos el pasado fin de semana también deben apurar el paso. Lo ideal es que empiecen pronto el proceso de enterarse en detalle de lo que ocurre actualmente con los distintos temas que maneja cada despacho. Dos meses pasan muy rápido, y diciembre corre a un ritmo diferente al resto del año, por lo que sería conveniente que haya buenos procesos de empalme, con base en la Ley 951 del 31 de marzo del 2005. Hay que tomar en cuenta, además, que el Departamento Nacional de Planeación tiene una oficina dedicada exclusivamente a asesorar estas actividades, lo que constituye una gran herramienta que es necesario aprovechar.

Es importante que se estén dando ya las reuniones previas entre los mandatarios que salen y que entran, pero muy rápido hay que pasar a los procedimientos serios y transparentes en los que los responsables de cada secretaría o instituto descentralizado desarrolle jornadas completas con delegados de los mandatarios electos. El objetivo debe ser que queden bien informados de los asuntos que se vienen manejando, y que incluso en un trabajo hombro a hombro se garanticen asuntos tan importantes para las comunidades como el transporte y la alimentación escolares desde el primer día de clase del año entrante. Las administraciones no pueden parar, deben mantenerse al mismo ritmo, para cumplir con sus objetos misionales.

Para los nuevos gobernantes es importante avanzar en el conocimiento de cómo están los programas que se ejecutan, precisamente para ajustar de mejor manera las iniciativas que traen, así como precisar los perfiles que se requerirán en cada cargo del gabinete. Lo ideal sería que tanto el alcalde electo de Manizales, Carlos Mario Marín, como el gobernador electo de Caldas, Luis Carlos Velásquez, estructuren sin demora un equipo de las más altas calidades profesionales y éticas para que los acompañen, y que sean esas personas las que se empapen pronto de los asuntos que deberán manejar de manera directa una vez estén posesionados.

En el caso de la celebración de la próxima Feria de Manizales, hay que ser especialmente cuidadosos, pues este evento a esta altura del año debe tener una programación muy definida, por lo que hay que evitar traumatismos y descoordinación en los eventos que estén contratados, en especial los que involucran compromisos contractuales que, bien revisados, hay que honrar. Lo importante es que los ciudadanos sigan teniendo un evento de alto nivel que mantenga en alto en nombre de la ciudad.

Es fundamental garantizar que los mandatarios que reciben sientan que tienen todos los elementos para emprender su tarea sin tropiezos. Nuestro llamado es a que se haga de igual manera en todos los municipios caldenses, siguiendo los protocolos y con absoluta claridad, con procedimientos muy serios, bien coordinados y según lo establecido por la ley y por las directivas de la Contraloría General de la República y la Procuraduría General de la Nación. Nada en esto puede ser improvisado.