En el 2025 debe estar terminada la actualización catastral en todos los municipios de Colombia, según lo ordenó el Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) esta semana. De acuerdo con este mandato en el 2022 deberán estar actualizados unos 650 municipios. Esto suena muy bien, pero ojalá se tengan en cuenta las dificultades presentadas en ciudades como Manizales, que es de las pocas que intenta mantenerse actualizada, pero que sufre un retraso en la incorporación de predios por problemas del Instituto Geográfico Agustín Codazzi con el Sistema Nacional Catastral. Esto ha afectado los ingresos de la ciudad.
Es muy importante que el país acometa esta actualización, toda vez que es incuantificable el dinero que se deja de percibir por impuestos. En parte por la ausencia de liderazgo en municipios pequeños para enfrentarse al poder de terratenientes o de comerciantes que se han usufructuado de la plusvalía dejada de pagar durante años por sus predios. Siguen cuantificándoles los impuestos con información del siglo antepasado cuando es posible que hoy tengan cómo devolverle al Estado mucho más.
Dos municipios de Caldas forman parte de los investigados por la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) por deudas con la Nación, lo que sucede muchas veces precisamente por la falta de recursos que tienen estas administraciones municipales. Estas carencias también lo muestra el informe publicado hoy sobre los bomberos de Caldas, llenos de necesidades, pero sin recursos para la inversión. Todo esto demuestra que se requiere de mayores ingresos propios para poder cumplir con las demandas que cada día crecen para los entes territoriales, pero que con sus esquemas obsoletos, pues resultan una enorme dificultad.
Es interesante lo anunciado por el Departamento de Planeación Nacional en el sentido de que se buscará con esta inversión que la información catastral sirva no solo para la actualización en el pago de impuestos, sino que se convierta en una herramienta para la planeación de los territorios, que sea un instrumento que les brinde información técnica a los administradores para tomar las mejores decisiones. Las finanzas de los municipios colombianos son un reto y si no se les presta atención vamos a terminar con unas mayores diferencias entre los centros urbanos ubicados en las primeras categorías, de acuerdo con la división que se hace desde el Gobierno Nacional, frente a los que se encuentran en quinta y sexta categorías.
Nos parece que el mandato del Conpes se toma mucho tiempo. Esperar todavía seis años para que se termine toda la actualización es mantener en aprietos a muchos municipios, sobre todo a los más pequeños, que tienen una capacidad de inversión prácticamente nula, que subsisten apenas por las transferencias del Gobierno Nacional. Ante esta realidad es necesario que se apresure la actualización, que se modernicen de una vez el Instituto Geográfico Agustín Codazzi, o que se permita a otros organismos hacer esa labor, como sucede en Bogotá o Medellín, además de las oficinas de Registro, para que en los tiempos que corren se usen las herramientas digitales y las bases de datos que dejen documentar en tiempo real la información, cuando esta cambie. Esta es la mejor manera de lograr un avance que sirva realmente a los intereses de los colombianos.
