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El Heraldo de Caldas, 1908, diario editado por Heraclio Duque, publicó un escrito de CEFAS(sic), defendiendo al presidente de la época.

Se transcribe parte del artículo, con algunos ajustes gramaticales y eliminando lo resaltado, como indicio de los acontecimientos en Colombia, cuando se iniciaba la vida jurídica caldense.

Hoy, 116 años después, quien lee lo relatado y es consciente de los acontecimientos actuales en la sociedad colombiana, interpretándola con ecuanimidad, encontrará situaciones parecidas a las descritas, tanto es la similitud que parecen calcadas.

El título: ¡Muy astuta es la discordia! ¡Muy feroz es la venganza!

Circulan entre nosotros muchas bolas; este es un verdadero juego de pelota.

¿Quién las recoge? El vulgo necio. ¿Dónde están las pruebas de las diversas aserciones que se propalan? No las hay; casi todas fincan en la calumnia; en la calumnia vil, que hace del dulce hijo de Raquel un seductor; de Moisés, un caudillo cruel, que ha sacado a su pueblo de Egipto, donde tenía en abundancia ajos y cebollas… para llevarlo a un desierto a comer insípido maná…: de Colón, un ambicioso y falsario; de Cristo, un sedicioso sublevador de la plebe…; de Bolívar, un traidor que delira por un trono…; de cada uno de los magistrados de Colombia, un … qué ¡Santo Dios! ¡Cuanta iniquidad!

Todos los colombianos, sin excepción, estamos en la obligación de estudiar las causas de nuestras desgracias nacionales; y, una vez conocidas, removerlas resueltamente, detestar nuestros errores y buscar el sosiego público practicando las virtudes contrarias a esas causas de muerte.

¿Por qué no nos levantamos? - Porque nos hemos empeñado en una obra contra natura; se pretende crear un estado social fuera de la condición eterna del hombre,…

Todas las pasiones políticas conjuradas forcejean contra el mayor de los bienes, que es la paz; esa paz tan deseada por Divino Legislador, esa paz que Él dio tantas veces a sus discípulos, que es la suprema aspiración de los humanos y mayor bien de las naciones.

Sí; todas las pasiones políticas se han conjurado…

La soberbia, que hace creer a muchos que ellos sí son capaces de llevar a cabo lo que no pudieron Bolívar el inmortal y los que a él se parecieron.

La envidia, que les hace mirar con odio a los que están arriba, sin otra razón que esa misma grandeza que los deslumbra y los llena de pesar por no ser ellos quienes la gozan, y quisieran derribarlos para sustituirse a ellos; ¿con qué mérito? -con el que ellos mismos se atribuyen,...

Los proyectos de los ambiciosos y soberbios proceden de pasiones inspiradas por el espíritu de tinieblas; la caridad no puede animarlos porque la caridad es amor, orden y armonía; y los ingratos; los ambiciosos y soberbios no buscan amor, orden ni armonía, sino el logro de fines egoístas꞉…

Conclusión: Cumpliendo con la Constitución, la sociedad viviría en orden y habría paz, civilización y progreso. La historia sigue viva.