Pasar al contenido principal

Se habla casi siempre mal del ego, que no puede ser malo porque es tu propio yo.

Lo que pasa es que ese ego actúa de tres maneras: amoroso, orgulloso o defectuoso.

A tu ego o yo amoroso, síguelo; dale al orgulloso humildad y, al defectuoso amor propio y optimismo.

Este último no se acepta ni ama y, por eso, se enfoca solo en lo negativo, en los defectos.

El ego orgulloso se jacta, es arrogante y necesita muchas dosis de humildad.

El ego amoroso lo mejoras amándote mucho, amando a Dios y amando a los demás.

Amarte es aceptarte, valorarte, cuidarte, y dar lo mejor de ti, hasta lograr tu mejor versión.

“El Milagro más grande del mundo” es un excelente libro para aumentar tu amor propio.

 

@gonzalogallog